Nagore y Álvaro, una boda en Bilbao con mascarillas, barco y la gente más cercana.
La pareja que nos acompaña hoy decidió casarse en el ayuntamiento de Bilbao en una ceremonia sencilla y otro día hacer la celebración completa del día con toda la familia y amigos. Digamos la celebración más tradicional de una boda. Lo que ellos no sabían cuando planearon todo esto es que iba a llegar la situación que estamos viviendo en 2020 con la pandemia del coronavirus y la Covid-19. A estas alturas ya sabemos todos como nos ha golpeado esto y las situaciones nuevas que se están dando.
La nueva realidad que vivimos es una extraña paradoja ya que hay mucha gente que lo está pasando mal y se está destruyendo mucho empleo y lo que es peor, muchas vidas. Pero por otro lado florece el ingenio y la superviviencia innata del ser humano y como nos adaptamos o cambiamos el entorno para que se adapte a nosotros.
En esta línea de personas están Nagore y ´ Álvaro que sin dejarse reducir por la situación han decidido aceptarla y adaptarse y en vez de anular su enlace o de conformarse con una boda civil común organizaron un día especial para la gente más cercana, personas que nunca olvidarán ese día.
La boda empezó en el ayuntamiento de Bilbao, el increíble salón árabe. Una celebración corta pero emotiva que dejó momentos de lagrima entre los que allí estaban. Al salir un aurresku sorpresa bailado por amigos que hizo las delicias de todos. Después un paseo en barco por la ría de Bilbao, que me vais a disculpar pero siempre es un gustazo hacer esa travesía aunque pueda parecer algo de "turistas". En el barco hubo bebidas y comida que acompañaron el viaje entre canción y canción.
Después de esto a los invitados les esperaba una buena cena de cóctel en la suite del Hotel Meliá que disfrutaron desde un lugar privilegiado con unas fabulosas vistas del botxo. Hubo regalos, sorpresas, bailes y sobre todo un buen rato entre familia y amigos, que si me lo permiten disfruté como uno más ya que el trato que recibí fue genial.
Espero que estas líneas sirvan para despertar un poco la creatividad de la gente, levantar un poco el ánimo y ver que mientras queramos se pueden hacer cosas y que las situaciones son como son, la diferencia está en como las afrontamos.