UNA POSBODA en peñas negras,
bizkaia
La boda de Patricia y Unai, que traeremos más pronto que tarde por aquí, se celebró a finales de octubre de 2020 y aunque queramos olvidarlo todos sabemos lo que ocurrió después de octubre de ese año. Esta situación, de cuyo nombre no quiero acordarme hizo que tuviésemos que posponer la sesión varios meses hasta pasado ya el invierno que empezamos a poder reunirnos.
En un principio la pereza asoma la cabeza cuando te dicen que tienes que volver a vestirte con el traje o el vestido del día de tu boda. Incluso viene a merodear la duda de la talla, ¿me entrará?, ¿me quedará igual de genial que el día de la boda?. Estas son dudas razonables aunque en este caso y como podemos ver más abajo les quedaba igual de bien. Al final fijamos un día, el que nuestro magnifico clima nos dejó, para poder acercarnos a Peñas Negras y disfrutar de su entorno incomparable y de su emblemático laberinto.
Olvidada ya la pereza, enfundados los uniformes de batalla pasamos una tarde muy divertida. Como siempre en estas sesiones se aprovecha a recordar cositas de la boda y echarnos unas risas. Para mi es un momento muy interesante porque pasados los nervios de la boda puedo retrataros tal y como sois. Personalmente me gusta empezar esas sesiones con planos alejados para que no notéis demasiado mi presencia y podáis relajaros un rato. Después si que vamos acercándonos un poco para aprovechar una mirada cómplice, un detalle...un beso.
Me gusta haceros andar, intentar que no estéis estáticos porque esto os puede hacer sentiros rígidos y nerviosos. Después de un rato juntos ya tenemos tiempo de pararnos y sacar otro tipo de imágenes pero, eso si, cuando ya estamos en confianza. Estas fotos quedan muy bien para cerrar el álbum, después de un montón de fotografías de momentos de nervios y muy emotivos se agradece acabar la visita del libro viendo fotografías grandes, relajadas y bonitas.
Y para vosotros o vosotras, ¿Qué es lo más importante en una posboda?
Joseba Abenojar